Ya es hora de hablaros de mis diseñadores favoritos, los que mas me gustan y con los que mas estoy aprendiendo, como habréis podido observar el mundo del Interiorismo, del Diseño de Mobiliario y del Escaparatismo me parece apasionante, a la vista está que mis estudios se han basado en esto, y es por lo que estoy luchando y a lo que quiero dedicarme.
Hay una diseñadora de mobiliario que descubrí hace unos años cuyo trabajo me parece espectacular, su manera de sacar conclusiones y llevar a cabo diseños no sólo confortables, sino de una estética escultural.
Ella es Patricia Urquiola, nacida en Oviedo y residente en Italia desde hace 20 años, y podría ser considerada como la diseñadora del momento.
Es la autora del sofá Lowland y del contenedor One, piezas que la han convertido, sin temor a exagerar, en la estrella más radiante del diseño italiano.
¿Cuál es su secreto? Los críticos citan su capacidad para lograr "la combinación perfecta entre forma y función".
Como ella afirma, es muy observadora y se inspira en la vida cotidiana: "Mis recuerdos, las experiencias personales juegan un papel muy importante. Me inspiro en los objetos de aspecto normal y también en la técnica artesanal, que conozco desde mi niñez o en las cosas que me han acompañado a lo largo de los años. Con todas estas impresiones, los objetos nacen en la mente, sobre todo cuando observo una silla o un sofá. Lo importante es sentirse cómodo con el diseño", y esto se observa en todas sus creaciones.
Año tras año, esta arquitecta encuentra una fracción del mobiliario que parecía solucionada, inamovible e inquebrantable, y decide darle una vuelta de tuerca. A veces es sólo un gesto, un pequeño detalle y en ocasiones se lanza también a una revolución formal que termina por cambiar las cosas.
Uno de sus últimos diseños es el sofá BEND para B&B Italia, me parece muy interesante esta moderna propuesta de sofá para un salón contemporáneo.
Es un sofá que se adapta al suelo, al mundo y a las personas creando una topografía propia y diversa. Monolítico y primario, este sofá se pliega al suelo: sube y baja, se ensancha y se estrecha dibujando un movimiento de llenos y vacíos.
De respaldo irregular, y con marcadas costuras en contraste, la pieza parece salida de la mano de un escultor y procedente de una materia dúctil, pero es el diseño y no el cincel, lo que logra extraer la forma. Nace de la investigación digital, de la arquitecta con modelos en 3D para recrear la imagen del movimiento.
Así, dúctil y transformable, este sofá ofrece flexibilidad en cada componente para dibujar incluso un sofá con ascensos y descensos y con asientos en ambas caras.
Completamente almohadillado por todos sus frentes, de aspecto muy confortable y que, gracias a que está compuesto por módulos, es fácil configurarlo y adaptarlo a nuestras necesidades.
Sirve como sofá de esquina, tiene parte para funcionar como otomano, y a pesar de sus líneas curvas, los módulos se comportan como piezas de un puzzle, incluso con la opción de poder combinarlos enfocados a lados opuestos. Está disponible en diferentes colores, y vienen con un tono diferente aplicado a las costuras de la tapicería.
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